La otoplastia es una intervención quirúrgica que trata de corregir el tamaño de las orejas o su forma, para colocar, las llamadas «orejas de soplillo», en una posición correcta en relación al resto del cuerpo.
Una operación muy demandada y que tiene resultados permanentes e inmediatos.
¿Cuál es el paciente ideal para la cirugía?
Entre los 7 y 14 años es la franja de edad más frecuente que encontramos para la operación de otoplastia. Es importante destacar que en este sentido, no hay ningún problema añadido, ya que las orejas se habrán desarrollado casi por completo a la edad de 7 años.
No haberse operado de esta malformación en la niñez o adolescencia no implica que no se pueda realizar en la edad adulta. Cualquier mujer u hombre que disponga de «orejas de soplillo» puede ser un buen candidato para la cirugía de otoplastia.
¿Cómo comienza todo el proceso?
En este primer paso, la Doctora Urcelay, valora la causa del despegamiento de la oreja: exceso de concha o ausencia de formación de pliegues.
Una vez establecida la mejor vía para realizar la operación, se comunica detenidamente al paciente, se explican todos los pormenores de la intervención y el postoperatorio y se establece una cita para realizar la intervención deseada.
¿En qué consiste?
1 hora
Local
No se precisa
2-3 semanas
La intervención suele durar 1 hora y se realiza con anestesia local, en régimen ambulatorio.
La técnica quirúrgica varía en función de la deformidad. Lo más normal es la ausencia de antehelix con o sin prominencia de la concha. Para tratar la deformidad, la doctora moldea el cartílago auricular a través de un abordaje posterior de la oreja (por lo tanto la cicatriz no se ve), para conseguir que pierda la forma anterior y asegura su nueva curvatura con puntos de sutura. Al emplear el doble método de moldeado del cartílago y fijación de la nueva forma con hilos de sutura, disminuye notablemente el porcentaje de reincidencias.
¿Qué esperar?
El paciente abandona el hospital con un vendaje almohadillado, que evita la formación de hematomas y mantiene al paciente mucho más confortable la primera noche. Deberá seguir una pauta analgésica y antibiótica durante 5 días.
Al día siguiente de la cirugía se retira el vendaje y se coloca una cinta elástica los 2 primeros días y por la noche hasta completar la semana.
Los resultados se aprecian de forma inmediata, en los primeros días las orejas están muy pegadas al cuero cabelludo pero al cabo de 2-3 semanas adquieren su posición natural (separación de la mastoides de 1-1.5 cm).
El paciente puede incorporarse a su vida habitual al día siguiente y lavarse la cabeza desde ese mismo día. Se recomienda evitar ejercicios físicos de contacto hasta pasado un mes de la cirugía.
No es necesario retirar los puntos pues son reabsorbibles haciendo así más cómodo el postoperatorio.
Casos reales
Otoplastia (Caso 1)
Otoplastia (Caso 2)
Otoplastia (Caso 3)
Resolvemos todas tus dudas
El crecimiento del pabellón auricular finaliza alrededor de los 5 años de edad y es a partir de entonces cuando es recomendable realizar una intervención quirúrgica. Esta deformidad de orejas de soplillo produce situaciones de bullying e inseguridad en los pacientes, que podemos evitar con una intervención simple. En caso de los niños se realiza con anestesia general y de forma ambulante y es una intervención definitiva. La edad no es un factor limitante porque las personas adultas también pueden operarse de otoplastia.
Gracias a la técnica utilizada durante la cirugía, que permite realizar las incisiones por detrás de la oreja, la cicatriz es prácticamente invisible. Eso sí, durante los primeros seis meses tras la operación, las cicatrices suelen tener un color rojizo que comenzará a aclararse pasado este tiempo.
Hay pacientes que tienen las orejas grandes pero no las tienen despegadas. En estos casos realizamos una otoplastia de reducción que es hacer la oreja más pequeña de toda la parte cartilaginosa y también se puede hacer más pequeñito el lóbulo.
Tras la corrección quirúrgica, sí que es bastante habitual que exista una mínima separación posterior de las orejas. Ahora bien, esta separación será muy reducida y casi imperceptible y, si la operación se ha realizado de manera correcta, estas no volverán en ningún caso a estar abiertas como en el periodo previo a la intervención.
