Hay numerosos tipos de rellenos faciales y todos buscan el mismo objetivo: rejuvenecer el rostro, recuperar la definición del óvalo facial y corregir tanto las primeras arrugas como aquellas más profundas. Se aplican en zonas como el contorno de ojos o para corregir las líneas de marioneta, que se generan alrededor de la boca, y mejoran el aspecto de las ojeras, redefinen la forma de los labios, recuperan la expresividad del rostro y devuelven la luminosidad a la piel. ¿Cómo? Pues, gracias al aporte de volumen y firmeza.
En la actualidad, existen una gran cantidad de sustancias utilizadas en la medicina estética para devolver el volumen facial. Puedes encontrar desde el famoso ácido hialurónico, hasta otros menos sonoros como la hidroxiapatita cálcica, que es un mineral que forma parte de huesos y dientes, el ácido poliláctico, policaprolactona que tiene un gran poder de estimulación del colágeno o la lipomicroinyección, que se trata de grasa extraída de otras partes del cuerpo e inyectada en zonas como el rostro.
De todos ellos, seguro que ya conoces el ácido hialurónico. Es el más utilizado y se presenta en dos formatos, uno más denso llamado reticulado y otro más fluido, llamado no reticulado, según la profundidad de las arrugas y la pérdida de volumen en los pómulos. Se suele aplicar también para eliminar las arrugas llamadas “código de barras” de los labios. Esta sustancia está presente en el cuerpo humano de manera natural y su uso en cosmética y medicina estética es amplísimo gracias a su versatilidad, ya que además mejora el aspecto de ciertas cicatrices y es una buena opción para personas con acné.
Estos productos tienen la enorme ventaja de ser compuestos que el cuerpo reabsorbe sin ningún problema, al contrario de lo que ocurría años atrás cuando, para realizar los rellenos faciales, se utilizaban productos derivados de las siliconas. Aquellos rellenos terminaban en algunos casos por producir reacciones no deseadas como inflamaciones. Hoy en día, estos tratamientos son seguros, ya que se trata de sustancias inyectables totalmente biocompatibles que minimizan el riesgo de producir reacciones adversas.
Otra ventaja de los rellenos faciales es que se trata de un tipo de tratamiento global antienvejeciemiento muy cómodo, ya que no requiere de ningún tipo de intervención quirúrgica ni postoperatorio, y sus efectos duran entre 9 y 12 meses. La Doctora Urcelay señala que se pueden aplicar para combatir las primeras arrugas, y más adelante son totalmente compatibles con las inyecciones de botox. Y lo mejor de todo es que aportan unos resultados muy naturales. Una alternativa fantástica para aquellas personas que buscan hacerse pequeños retoques.
Todos estos productos se aplican a través de finísimas inyecciones por lo que son tratamientos muy precisos. La Doctora Urcelay, tras un estudio de la profundidad de las arrugas y pérdida de volumen de cada paciente, elegirá el producto más adecuado para devolver el aspecto joven y firme en las zonas que más lo necesiten. Según el tipo de producto que vaya a utilizar y del relleno a realizar, las inyecciones pueden ser más profundas, por lo que la Doctora aplicará antes una crema anestésica, evitando así las posibles molestias.
Para que el resultado sea un éxito, ten en cuenta además, que en este tipo de rellenos faciales es tan importante el tipo de producto que se aplica como la técnica que se aplica. Por eso es vital que te pongas en manos de un médico experto en medicina estética.