Siempre que se habla de botox es para asociarlo con la reducción de las arrugas a través de inyecciones. Sin embargo, la toxina botulínica proporciona grandes resultados en tratamientos de rejuvenecimiento facial y de prevención de arrugas, y es altamente recomendable por su rapidez de acción y su cómoda aplicación.
Arrugas, manchas en la piel, pérdida de luminosidad… El paso del tiempo es igual para todos, pero sus efectos en la piel no. A esto hay que sumar factores externos como la contaminación, los efectos del foto-envejecimiento y los hábitos de vida poco saludables como puede ser una dieta poco equilibrada, el estrés, la falta de sueño, el tabaco o incluso no beber suficiente agua.
Todo esto finalmente se traduce en las tan temidas arrugas, que son la expresión más visible de la edad en el rostro. Y una de las soluciones más conocidas y fiables para su tratamiento es desde hace ya muchos años el botox. Seguro que ya conoces sus aplicaciones como tratamiento para reducir las arrugas. Pero la toxina botulínica proporciona también unos resultados muy satisfactorios, de manera global, como tratamiento de rejuvenecimiento facial y preventivo de arrugas.
Desde un punto de vista médico-estético, para la Doctora Urcelay el botox es altamente recomendable como tratamiento de rejuvenecimiento facial, porque elimina arrugas de expresión pero manteniendo la movilidad del resto de la cara para evitar la rigidez facial y la falta de expresión.
Así, los efectos como rejuvenecedor facial son realmente notables ya que se basan en la capacidad del botox para relajar los músculos. El rostro recupera un aspecto más relajado y descansado, las arrugas se suavizan y la piel recupera su elasticidad y luminosidad gracias a su aspecto suavizado y uniforme. Para ello, es necesario ponerse siempre en manos de un médico especialista en medicina estética y con experiencia ya que, de lo contrario, los resultados pueden ser una expresión en el rostro poco natural y antiestética como la llamada “cara de muñeca”.
El uso del botox como tratamiento preventivo de las arrugas gana fuerza como tendencia en medicina estética. Hay pacientes que no quieren esperar a que las arrugas se marquen en el rostro. Este sería el caso de aquellas personas de gran expresividad y que gesticulan mucho, ya que su mímica facial podría provocarles profundas arrugas de expresión antes de tiempo. Aunque en estos casos, se recomienda su tratamiento a partir de los 35 años de edad. La experiencia y el consejo profesional de la Doctora Urcelay será determinante para realizar un estudio médico y diseñar un tratamiento según las necesidades de cada paciente.
El éxito de este tipo de tratamientos es muy alto siempre que acudas a un médico especialista. Se realiza en consulta y es mínimamente invasivo, al tratarse de pequeños pinchazos con agujas muy finas. Los resultados se ven rápidamente, al segundo o tercer día, y sus efectos se prolongarán durante más de 6 meses.