Año nuevo, piel nueva. La llegada del invierno es un buen momento para someterte a un peeling químico, ya que el frío y los rayos solares más débiles ayudarán a que la recuperación sea rápida y segura. Estos días de vacaciones navideñas pueden ser perfectos para hacerlo.
El peeling químico es un tratamiento de rejuvenecimiento facial que elimina las arrugas superficiales y mejora el aspecto de las más profundas. Además, borra las manchas producidas tanto por el sol como por problemas de pigmentación, así como cicatrices, y es especialmente eficaz eliminando las marcas de acné.
¿Cómo actúa el peeling químico?
El peeling consiste en exfoliar la piel gracias a la aplicación de distintos ácidos y agentes químicos, como el ácido salicílico, el láctico y el glicólico. Dependiendo de tus necesidades y problemas a tratar, esta exfoliación (o peeling) se realiza a distintas profundidades, es decir, eliminamos capas más o menos profundas de la piel, pudiendo ser superficial, media o profunda. La piel se descama para dar paso a una nueva, más luminosa, rejuvenecida y uniforme.
¿Qué beneficios te aporta el peeling químico?
La piel se renueva en mayor o menor profundidad, de forma rápida y segura. Además de alisar la superficie de la piel del rostro y unificar su tono, se estimula el colágeno y se activan las defensas de la piel, fortaleciéndola frente a agentes externos como el sol, la contaminación, la luz azul de las pantallas o el viento y el calor.
¿Cómo es el post-tratamiento?
El peeling químico puede producir algunas molestias parecidas a la irritación causada por una quemadura solar, algo que desaparecerá a los pocos días. Tras el tratamiento realizado en mi consulta, deberás hidratar intensamente tu piel y protegerla del sol (50 SPF).
Este tratamiento médico estético está indicado para todas las edades, siempre y cuando sea realizado por un médico especialista. Recuerda que se trata de la salud de tu piel.
Si quieres más información puedes pedir cita en mi consulta y te explicaré con más detalle.
