A partir de los 45 años, el paso del tiempo comienza a hacerse más evidente. A ello contribuyen ciertos efectos externos como el tabaco, una vida estresante, falta de sueño o exposiciones prolongadas al sol, en el pasado. No hace falta decir que estos signos son comunes tanto en hombres y mujeres.
Hay personas que sufren una mayor flacidez de los tejidos, visible en la parte inferior del rostro, alrededor de la boca y en el cuello. El óvalo facial pierde definición y, en ocasiones, el problema se agrava con una acumulación de grasa localizada en la zona de la papada y mentón.
La solución para tratar el descolgamiento de los tejidos es a través del lifting cérvico-facial, es decir, un lifting de cuello y cara.
Gracias a este tratamiento de rejuvenecimiento de cuello y cara, recuperarás un óvalo facial definido y tonificado, eliminando, en la misma intervención, arrugas y grasa acumulada en la zona del mentón, papada y mandíbulas.
¿Cómo? Se trata de cirugía de precisión, en la que realizo unas mínimas incisiones en la zona de las orejas, siguiendo la línea del cuero cabelludo, lo que permitirá que las cicatrices se mantengan perfectamente ocultas y sean imperceptibles.
La anestesia es general y requiere una hospitalización de entre 24 a 48 horas, y en una semana podrás llevar una vida normal. Sin embargo, los resultados del lifting cérvico-facial, visibles a partir de la tercera semana, son realmente excelentes y muy duraderos, especialmente si se realiza entre los 45 y los 65 años.
Los beneficios de esta cirugía tienen una duración en el tiempo excepcional. A pesar de ello, si con el paso de los años necesitaras repetir el lifting por la aparición de arrugas y flacidez de los tejidos, el tratamiento se podría volver a realizar.
Si estás valorando someterte a un lifting cérvico-facial, no dudes en pedir una primera cita en mi consulta. Te informaré y valoraré tu caso, para que tomes la mejor decisión.
