El vientre es una de las zonas del cuerpo más sensibles a la aparición de grasa localizada. Por ello, tener un vientre plano no es fácil, pero tampoco es imposible.
Existen dos medidas clave para mantener ese vientre plano que todos queremos: una dieta equilibrada y sana, y ejercicio. Dos hábitos tan sencillos y a veces tan difíciles de adoptar.
La primera medida, una dieta sana, nada tiene que ver con las peligrosas dietas milagro.
–Elige alimentos naturales y beneficiosos, frente a otros perjudiciales. Una dieta completa que se adapte a tus necesidades dietéticas, de salud y éticas. Por lo tanto, deberás huir a toda costa de alimentos procesados y reducir la ingesta de alimentos semiprocesados. Evita el exceso en la ingesta de grasas saturadas (carnes rojas, mantequilla, aceite de palma, etc.), el consumo de bebidas azucaradas, dulces industriales, alcohol y tabaco, así como el exceso de azúcares y sal.
–Incluye cinco raciones de verduras y fruta, bebe agua o infusiones e incluye lácteos como el kéfir que te ayudarán a mantener la microbiota intestinal en buenas condiciones. Si tienes dudas, lo mejor es ponerte en manos de un médico especialista en nutrición, endocrino o en aparato digestivo. Porque en ocasiones los alimentos, aunque sean naturales pueden sentarte mal.
La segunda medida, hacer ejercicio.
–Añade el ejercicio físico. No sirve de nada comer correctamente si no incluyes movimiento en tu vida. Adapta el ejercicio a tus gustos y tu condición física par evitar lesiones. No todo el mundo puede hacer cualquier tipo de deporte.
–Uso de cosmética y nutricosmética. Las compañías de cosmética y los laboratorios farmacéuticos han desarrollado una amplia gama de productos dirigidos a proporcionar una piel saludable.
–Cuando no funciona… Sin embargo la grasa puede aparecer en tu vientre. Bien por motivos genéticos, ingesta de ciertos medicamentos de forma prolongada en el tiempo, o en el caso de las mujeres, tras pasar por varios embarazos. En estas circunstancias el vientre puede perder su tonicidad y su firmeza. En ese caso la cirugía puede ser la solución cuando el problema se agrava y la grasa localizada es imposible de eliminar de ninguna otra forma.
Si este es tu caso y necesitas asesoramiento, puedes pedir cita en mi consulta.