El cuerpo perfecto no existe. Tampoco somos totalmente simétricos, por tanto la asimetría mamaria es algo natural. Aunque estas diferencias suelen ser más o menos leves, existe un número de casos en los que esa asimetría se hace muy evidente, y puede convertirse en un problema para la salud psicológica de quien lo sufre, pudiendo afectar tanto a mujeres como a hombres.
Tener ambos pechos distintos entre sí es normal, y esas diferencias pueden darse no solo en el tamaño, forma y posición de cada mama, sino también en pezones y areolas.
¿Qué provoca esas diferencias en el tamaño de las mamas?
Es bastante frecuente que la asimetría mamaria se haga más evidente con el paso de los años, tras procesos de pérdida de peso o incluso sobre todo cuando se pierde mucho peso en poco tiempo, en especial después de los embarazos y los períodos de lactancia.
Pero puede darse por causas más graves y complejas como una malformación congénita o al extirpar tejido mamario tras el desarrollo de un tumor. También puede darse el hecho de que existan problemas óseos que repercuten en el aspecto de tu pecho, como pueden ser problemas en la espalda o en el tórax.
¿Cómo podemos corregir esta asimetría mamaria?
La solución más segura y duradera de corregir la asimetría mamaria es a través de la cirugía estética. En una primera consulta puedo valorar el volumen, la forma tanto de las mamas como del pezón y la caída de cada pecho, y decidir el tipo de intervención y la técnica a emplear.
En la misma operación corregimos no solo el volumen, la forma de los pechos y su posición, sino también la forma de los pezones. Así, dependiendo de cada caso será necesario un aumento del pecho más pequeño o disminución del pecho más grande.
Después de la cirugía, los resultados son muy satisfactorios ya que conseguimos unos pechos armónicos con el resto de tu silueta, mejorando también tu autoestima y tu salud psicológica. Por eso te animo a que, si tienes dudas, pidas cita, amplíes información y te pongas en manos de un cirujano plástico especializado.