En realidad, la rinoplastia es la solución a ambos problemas. De hecho, la desviación del tabique puede producir, por un lado, que una de las fosas nasales se haga más pequeña, y por lo tanto provoque dichos problemas respiratorios. Y por otro, puede generar algunos problemas estéticos de la nariz.
El tabique puede estar desviado por motivos congénitos o bien por algún tipo de traumatismo o lesión producida en cualquier momento de tu vida. Dependiendo de lo grave que sea esta situación, provocará importantes problemas respiratorios como congestión y dificultad para respirar, infecciones recurrentes de las vías respiratorias como sinusitis, deshidratación de las fosas nasales, sangrados frecuentes, dolores de cabeza, ronquidos, respiración ruidosa e incluso apnea del sueño.
Los síntomas más leves se pueden tratar con fármacos para reducir la posible inflamación de los tejidos de las mucosas, según te lo indique tu médico especialista. Pero los casos de mayor gravedad solo tienen solución en quirófano a través de una rinoplastia.
En la actualidad, se trata de una técnica muy demandada tanto por hombres como por mujeres, y los resultados son muy satisfactorios. A través de este tipo de intervención quirúrgica, solucionarás a la vez tanto los problemas estéticos referentes a la nariz, como los problemas respiratorios relacionados con el tabique nasal.
Si padeces alguno de estos síntomas puedes concertar una primera consulta para realizar un estudio personalizado de tu caso. En ella puedo hacer una valoración sobre las afecciones que sufres y valorar aspectos como tu pirámide nasal, la parte ósea cartilaginosa y el estado de tu piel, para determinar el tipo de intervención a realizar.